El siguiente ensayo fue publicado en 80 grados por Amado Martínez Lebrón y está disponible bajo una licencia Creative Commons.
Hace ya más de 5 años atrás tratamos de conseguir a través del Departamento de Estado una lista oficial que permitiera calcular la cantidad exacta de instituciones religiosas en Puerto Rico. Lo primero que supimos es que no existe tal cosa. En entrevista con miembros del registro de corporaciones en el Departamento de Estado estos llegaron a estimar extraoficialmente que existen en la Isla alrededor de 10 mil iglesias o sus equivalentes. Aquí se debe anotar que cuando se nos mencionó la cifra de 10 mil instituciones religiosas, no se estaba pensando en librerías, escuelas, hospitales, centros de cuidos, instituciones de servicios funerarios, casas disqueras, estaciones de radio o televisión, entre otros negocios, que disfrutan de los beneficios de las iglesias por estar relacionadas a estas, pero no son iglesias per sé. Tampoco se entendía necesario establecer si estaban activas o inactivas según los parámetros oficiales porque para efectos de la ley, como veremos adelante, es innecesario.
Actualmente la página de internet del Departamento de Estado, aun cuando limita las búsquedas a 250 resultados por “palabra clave”, nos permitió contar más de tres mil iglesias ya sea entendidas como “congregación”, “ministerio”, “misión”, “templo”, “asamblea”, “church”, “Christ” o por subcategorías como: “pentecostal”, “evangélica”, “bautista”, “Jesús”, “Cristo”, “Jesucristo”, “cristiana” y “cristiano”, entre otros.
Sin embargo, entre las casi siete mil organizaciones sin fines de lucro exentas de pagar contribuciones según la lista oficial del Departamento de Hacienda de diciembre de 2015, encontramos que solo alrededor de 1,000 iglesias (congregaciones, misiones, ministerios, etc.) están registradas. Entendemos que este número tan bajo de Iglesias anotadas como exentas de pagar contribuciones en Hacienda, en comparación con la búsqueda del Departamento de Estado, puede responder a que entre otras cosas, la ley le permite a una institución religiosa gozar de la exención sin ni siquiera tener que solicitarla o reportarse formalmente.
Las organizaciones a las que se les otorgue la exención contributiva deberán radicar anualmente en el Departamento de Hacienda la Planilla Informativa de Organización Exenta de Contribución sobre Ingresos [Forma 480.7(OE)]. Dicha planilla vence el decimoquinto día del cuarto mes siguiente al cierre del año contributivo. Ciertas organizaciones tales como las religiosas y otras están eximidas de someter la referida planilla. La planilla debe contener información sobre los ingresos brutos, los desembolsos y otra información relacionada. Además, deberá ser autenticada mediante una declaración escrita, bajo la penalidad de perjurio. (Las negritas son mis énfasis. Ver más aquí.)
Las Organizaciones sin Fines de Lucro u Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que NO sean religiosas, tienen que rendir un informe con datos de ingresos y gastos, entre otros detalles financieros, al Departamento de Hacienda, mientras que una iglesia no nos debe siquiera esa información. El privilegio de las organizaciones religiosas de partida nos deja ciegos sobre datos muy relevantes para el buen manejo de las finanzas de un país. Pensamos que mínimamente se debería entender urgente enmendar la ley para que toda organización religiosa exenta de pagar contribuciones se registre y presente por lo menos informes financieros como las demás ONG exentas. Sin esa medida seremos incapaces de evaluar objetivamente el rol social de las iglesias.
Hoy más que nunca necesitamos la participación de todos los sectores de nuestra sociedad con el fin de contribuir materialmente al bienestar de nuestro país y eso debe incluir sin lugar a dudas a las instituciones religiosas, que igual que muchas empresas multinacionales generan grandes ganancias en la Isla y no pagan impuestos, pero además, terminan incluso exportando capital incalculable a otros países y evitando que importantes sumas de dinero se reinviertan en la Isla, como podría ser el caso de los mormones que exportan a Salt Lake City, Utah, o como lo prueba la expansión de Rodolfo Font con su nuevo ministerio de la Fe y Gracia, en Dallas, Texas, tras haber explotado el mercado en la Isla. Esto sucede igualmente con todas las demás congregaciones que tienen sus sedes de gobierno fuera de Puerto Rico.
No sabemos de dónde provienen los dineros de las iglesias ni la cantidad exacta, no sabemos para qué se usan y en beneficio de quién o quiénes se usan, no sabemos si el dinero se queda aquí, pero tampoco cuántas iglesias están vendiendo sus productos en la Isla porque pueden hacerlo sin rendirle cuentas a nadie. Por mencionar un ejemplo elocuente, en las listas de Hacienda no aparece ninguna parroquia, diócesis o arquidiócesis católica como corporación sin fines de lucro exenta de pagar contribuciones. La pregunta ante su ausencia no es por qué no están, pues la respuesta es obvia: no están por su privilegio, sino ¿qué hacen los católicos con su dinero? ¿Quién, fuera de sus contables podría decir que sabe a ciencia cierta cómo se usa el dinero que generan? ¿Si no sabemos cuánto dinero ganan y gastan, cómo nos atrevemos a decir que las iglesias hacen trabajo comunitario y labor social con él? ¿Cómo alguien responsable puede afirmar que una iglesia usa el dinero que gana en caridad y servicio cuando sus finanzas son privadas?
Sabemos que las iglesias hacen trabajar a sus feligreses sin paga, usando infraestructura y bienes donados. Eso, si bien podría hacerse pasar por caridad, no le cuesta dinero a las iglesias. Entonces, ¿qué hacen con el dinero que ganan en ventas, alquiler de propiedad inmueble, ofrendas, servicios, donativos y los dineros que reciben del gobierno, si no pagan renta, permisos, patentes, contribuciones, todas tienen subsidios de agua y luz, y las obras de caridad las hacen con bienes donados y labor voluntaria?
Según la ley contributiva de Puerto Rico:
Por “institución benéfica sin fines de lucro” se entenderá toda aquella sociedad, asociación, organización o entidad que preste “servicios sociales” gratuitos, al costo o menos del costo o, si los ofreciere a más del costo, que invierta la totalidad de sus utilidades en la extensión de la planta física o de los “servicios sociales”, incluyéndose la Cruz Roja Americana. El Secretario [del Departamento de Hacienda] podrá en cualquier momento revocar prospectivamente su reconocimiento a estas instituciones como persona exenta cuando determine que la institución no cualifica como benéfica “sin fines de lucro” basándose, entre otras consideraciones, en las siguientes:
- Que pague a sus directores, funcionarios, oficiales o empleados, sueldos, dietas, obvenciones u otros emolumentos mayores a los que prevalecen para instituciones similares del Gobierno del Estado Libre Asociado de Puerto Rico.
- Incurra en gastos extravagantes o que sus gastos no estén claramente relacionados con los objetivos de servicios sociales según establecidos en esta sección.
- Rehúse, a requerimiento del Secretario, suministrar cualesquiera informes sobre sus operaciones y los servicios que presta o sus libros de contabilidad. (Ver más aquí)
Señalamos este reglón particular de la ley con ánimos de ilustrar lo urgente que se va haciendo auditar y fiscalizar a las instituciones religiosas. De partida, la primera pregunta sería: ¿Las iglesias dan servicios gratuitos, al costo o sobre el costo? ¿Su servicio se puede considerar de interés social? ¿Nos beneficia a todos? ¿Pueden probarlo? De otra parte, ¿cómo se están monitoreando las finanzas de las iglesias para, por ejemplo, saber si están incurriendo en gastos extravagantes o excesivos, si no tienen que rendir cuentas al gobierno? Y por último, la ley establece que se les pueden pedir los libros de contabilidad a cualquier ONG exenta que levante la bandera de manejos indebidos de dinero, lo que demuestra que los gobiernos han tenido la capacidad para desarticular los esquemas fraudulentos de exención que convierten en negocios altamente rentables a muchas iglesias en Puerto Rico y no lo han hecho.
Aprovechamos para decir, por ejemplo, que la Iglesia Fuente de Agua Viva asociada al pastor Font, tanto padre como hijo, ya mencionada arriba, así como la Iglesia Evangélica la Senda Antigua, relacionada a Wanda Rolón, están registradas como corporaciones sin fines de lucro exentas en el Departamento de Estado y sus dirigentes ostentan riquezas al punto de contar uno con una casa de varios millones de dólares; y la otra, con viajes regulares valiéndose de un jet privado, y eso mínimamente quebranta el punto uno y dos de las condiciones para permanecer siendo una organización sin Fines de lucro en Puerto Rico. ¿De dónde viene el dinero que paga sus lujosas casas y sus gastos descomunales?
En la Isla, televangelistas como Yiye Ávila, entre otros, han sido capaces incluso de importar capital producto de donaciones provenientes de toda Latinoamérica, gracias a la distribución y retransmisión de sus cultos televisivos, sin pagar ni un dólar al Estado. En casos como estos, en donde se mueve capital o bienes de un país a otro usando instituciones religiosas, hasta los bancos cobran por los trámites que el estado no tributa y es imposible diferenciar el dinero sucio del mercado negro, del dinero de las iglesias. Las iglesias tampoco pagan arbitrios sobre vehículos, ni impuestos de propiedad si se adquieren en nombre de las instituciones declaradas como exentas.
Las iglesias además, consiguen donativos del gobierno en donde se le ceden todos los derechos fiduciarios, lo que significa que pueden usar sin vigilancia o auditoría, fondos públicos para asuntos relevantes solo a sus feligresías. Como si fuera poco, existe la Ley Núm. 246-2012 (14 de septiembre de 2012), que con fondos públicos ordena establecer oficinas para el mantenimiento de organizaciones de base de fe en cada municipio y de estas han nacido proyectos tan intrascendentes como los famosos eventos municipales de ayuno y oración, entre otros.
Compartimos una lista parcial de instituciones religiosas con el único fin de probar cómo muchas iglesias en Puerto Rico operan sin pagar contribuciones y sin estar registradas en las listas oficiales como exentas. La selección no pretende señalar especialmente a ninguna institución sino usarlas como ejemplo dentro de nuestro argumento. Antes de continuar debemos establecer también, que en el archipiélago de Puerto Rico, el 97% de la población se denomina cristiana y esto equivale a casi 3.4 millones de personas si contamos que somos al momento 3.5 millones de habitantes. Con esto queremos decir que entendemos que deben de existir muchas más iglesias de las que se registran en cualquier documento oficial de Puerto Rico.
Iglesia Católica:
- La Arquidiócesis de San Juan, como todas las que nombraremos más adelante, no está registrada como exenta en documentos oficiales del gobierno de Puerto Rico, pero cuenta con 144 parroquias en un área compuesta por 898,218 habitantes (2010). Muchas de sus propiedades, que incluyen pero no se limitan a parroquias y catedrales, son históricas y reciben los beneficios del gobierno por esa condición, pero además muchas veces son arrendadas a terceros por la iglesia, generándoles ingresos que tampoco tributan. Vea más aquí.
- La Diócesis de Arecibo cuenta con 59 parroquias.
- La Diócesis de Caguas, tiene 35 parroquias.
- La Diócesis de Mayagüez, 35 parroquias.
- La Diócesis de Fajardo-Humacao, 21 parroquias.
- La Diócesis de Ponce cuenta con 43 parroquias.
En total la Iglesia Católica en Puerto Rico está distribuida entre 337 parroquias que incluyen tierras y templo parroquial, que manejan capital, negocios y rentas de propiedad, muchas veces históricas, en cada municipio de la Isla. Vea más aquí.
Iglesia Discípulos de Cristo
Según la página web de los Discípulos de Cristo esta cuenta con 119 Iglesias y 24 mil miembros. Si escriben en el buscador del Departamento de Estado: “Discípulos de Cristo”, encontrará que salen enumeradas 40 corporaciones asociadas a estos, que incluyen academias y asociaciones de padres y maestros de las mismas, pero ninguna iglesia en sí. En el listado de Hacienda ninguna de las registradas en el Departamento de Estado aparecen.
Mormones
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, conocida como “los mormones”, es una iglesia multimillonaria y multinacional con sede en Salt Lake City, Utah que tiene en Puerto Rico una congregación de más de 23 mil miembros, con 42 centros de congregación, una misión y ocho centros de Historia Familiar y ninguna está inscrita en el Departamento de Hacienda ni en el Departamento de Estado. Vea más aquí.
Recapitulando
Entre iglesias, templos, ministerios, misiones y congregaciones, según la lista del Departamento de Estado alrededor de tres mil instituciones religiosas (iglesias) sin contar funerarias, colegios, hospitales, centro de cuidos, etc., están registradas como organizaciones sin fines de lucro. Valiéndonos de la lista del Departamento de Hacienda y dejándonos llevar por los nombres de las organizaciones, podríamos decir además, sin temor a exagerar, que de las casi siete mil ONG’s registradas y exentas de pagar contribuciones en la Isla hasta diciembre del 2015 más de la mitad son negocios relacionados directamente a creencias religiosas, incluyendo a las iglesias. Por solo dar algunos ejemplos, de 53 academias en la lista oficial de Hacienda, 29 son religiosas; y de 125 colegios registrados como exentos, 60 son cristianos. Aquí recordamos que la diferencia importante entre una corporación religiosa exenta y una corporación exenta no religiosa, es que las religiosas no tienen que reportar sus finanzas al Estado. Otra diferencia impactante entre las corporaciones exentas religiosas y las NO religiosas sería por ejemplo, que en centros de cuido y tratamiento asociados a instituciones religiosas se le prestan servicios a adictos o enfermos, usando como método de tratamiento la oración y la fe en Cristo. Igualmente, en escuelas cristianas enseñan el creacionismo y en hospitales cristianos prohíben abortos y hacen circuncisiones a bebés recién nacidos como procedimiento estándar aun cuando estas prácticas responden a nociones religiosas sin ningún fundamento científico.
Podemos de igual forma estimar que si los mormones tienen alrededor de 51 puntos de venta no registrados, las iglesias católicas un mínimo de 337, y los discípulos de Cristo 119, entre muchos otros centros, iglesias, asambleas, misiones, campamentos de retiro y congregaciones que conocemos, pero que no existen para efectos de los records oficiales, fácilmente podríamos alcanzar un millar de iglesias adicionales que por encima de las miles en las listas del Estado, hacen negocios diariamente en la Isla.
A menudo se escucha decir que Puerto Rico es el país con más iglesias por milla cuadrada del mundo, pero esos números no se tienen de forma precisa como no se tiene ningún conocimiento sobre las actividades económicas de las iglesias. Con nuestra pesquisa hemos estimado la existencia de alrededor de seis mil iglesias. Sin embargo, entendemos que son muchas más dado que la ley le ofrece la libertad de funcionar dentro de los parámetros del mercado ilegal y cuando se registran lo hacen solo por intereses económicos aprovechándose de su acceso privilegiado a fondos públicos. La solicitud de exención se hace por lo general con el fin de recibir donativos del gobierno estatal o federal según la sección 1101.01 de la ley contributiva de P.R. (ley Núm. 1 del 2011); y la sección 501(c)(3) del IRS. También el registro de ONG exenta beneficia a los donantes que quieran deducir de sus planillas el dinero que contribuyen a sus iglesias o caridades.
¿Cuánto podrían contribuir económicamente las instituciones religiosas en PR si pagaran impuestos?
En EE.UU., según un estudio realizado por la Universidad de Tampa, se calcula que las Iglesias podrían llegar a contribuir hasta con 71 mil millones de dólares al año si pagaran impuestos, esta cantidad equivale al total de la deuda de Puerto Rico. En la Isla, aún cuando tenemos una iglesia por aproximadamente cada 500 habitantes, no existe un cálculo equivalente. Según confiesa la Oficina del Contralor en el folleto citado anteriormente:
En Puerto Rico no existe un registro único en el que se puedan identificar todas las entidades de este tipo [ONG]. El Estudio de las Organizaciones sin Fines de Lucro en Puerto Rico de 2002 […] estima que existen 4,347 organizaciones sin fines de lucro activas [en el 2015 hemos calculado alrededor de 5 mil registradas]. Dicho estudio utilizó como fuentes de información los registros que se mantienen en el Departamento de Hacienda, en el Departamento de Estado y otras agencias y organizaciones.
Sin embargo, más adelante añade el documento que las organizaciones sin fines de lucro en el 2005 y según la oficina del Contralor, aportaron “… $2,196 millones [$2,196,000,000] al Producto Bruto Nacional [PNB]1 [el equivalente a] el 8.3 por ciento, y generan entre 113,000 y 121,000 empleos directos”.
Si como vimos, de las casi siete mil organizaciones sin fines de lucro exentas y registradas según el Departamento de Hacienda, más de la mitad están vinculadas a una creencia religiosa, no sería descabellado pensar que del total de dinero que le atribuyó la Oficina del Contralor a las actividades económicas de las ONG en Puerto Rico, la mitad sería producto de iglesias y sus negocios registrados. Aún no sabemos cómo calcula la oficina del Contralor la cifra, pero tendría que ser cierto porque es ilegal mentir en documentos del gobierno. Si además de esto, proyectáramos ese ingreso en las iglesias que no están registradas y por lo tanto, que no deben estar incluidas en el PNB citado, podríamos aumentar significativamente esa cantidad.
Aún si consideráramos dudoso el origen de la cifra oficial, respecto al dinero que mueven en el país las ONG, con un mínimo conservador de seis mil iglesias que no pagan renta, permisos, patentes, y que tienen subsidios de agua y luz, ¿cuánto dinero se podría generar si pagaran impuestos? ¿Cuántos gastos podría tener una iglesia? ¿Cuánto hacen en un mes? Sencillamente, ese cálculo sería especulativo en Puerto Rico dada la ausencia de data, pero tratemos de estimarlo por referencia.
Si usáramos de parámetro algunos datos recogidos accidentalmente en la prensa, como es el caso de un pastor que robó 980 dólares de la ofrenda de una iglesia bautista en EE.UU., podríamos empezar a estimar algunos límites. Nos parece completamente razonable considerar la Iglesia Bautista citada como un ejemplo de una iglesia pequeña. Por lo tanto, una iglesia modesta puede generar alrededor de mil dólares en un día de culto. Como referencia añadimos que mil dólares es lo que podría lograr en ventas cualquier bar en un día del fin de semana. De otro lado, tenemos casos como el del pastor Joel Osteen de Lakewood Church, que ilustra muy bien a las iglesias ricas.
El pastor Osteen, reportó en marzo de 2014 el robo de 600,000 dólares de la caja fuerte de su iglesia, producto exclusivo de las ofrendas en efectivo de un fin de semana común y corriente, esto sin contar donaciones electrónicas y transferencias bancarias. De igual manera, podríamos imaginar la cantidad de dinero que mueve la iglesia católica si contáramos que un sacerdote de la ciudad de Nueva York llegó a gastar más de un millón de dólares producto de las ofrendas de dos iglesias, en la compra de sesiones de sadomasoquismo dentro de una relación que duró casi 10 años y en donde llegó incluso a comprarle a su amante una propiedad en efectivo, por la suma de 264,000 dólares. Acentuamos el hecho de que aún con el extravagante manejo de dinero tardaron 10 años en descubrir que el cura robaba los fondos de la iglesia.
Por lo tanto, si calculáramos el 10% de los ingresos de las iglesias atribuyéndole la ganancia mínima, entiéndase alrededor de 2 mil dólares semanales (mil por cada día del fin de semana), y contando que en la Isla existen por lo menos 6 mil, estaríamos hablando de que las iglesias podrían contribuir, con solo el 10 por ciento de sus ingresos, con más de 62.4 millones de dólares al año aún si fueran todas pobres. Pero claro, sabemos que la mayoría de las iglesias no lo son ni aquí, ni en EE.UU. porque entre otras razones, sus gastos son insignificantes comparados con sus ingresos.
De otro lado, si exigiéramos a las iglesias y a sus negocios que pagaran contribuciones de entre un 10 a un 20 por ciento de sus riquezas atribuyéndole solo la mitad de la cifra que publicó el Contralor en el documento citado arriba, podríamos estar recaudando como país mínimamente y siendo conservadores, entre 100 y 200 millones de dólares al año. Para que tengan una referencia, estas cifras igualan los impuestos que se recaudan anualmente en Puerto Rico por la venta de cigarrillos ($132 millones) y el ron ($154 millones).
Finalmente y para concluir, les invitamos a que nos acompañen en nuestra manifestación anual frente al Departamento de Hacienda el próximo 15 de abril a las 5:00 p. m. Allí estaremos presentando nuestros argumentos en contra de los privilegios económicos de las instituciones religiosas así como denunciando su intromisión en los asuntos políticos del país y sus campañas de odio contra la comunidad LGBTTQ y las mujeres, entre otros sectores marginados. Estaremos este año además, tomando opiniones de los asistentes para nuestra campaña anual y nuestro proyecto documental audiovisual a largo plazo. Dios le debe a Hacienda es un colectivo que busca la separación entre Iglesia y Estado desde la acción concreta de exigir que las iglesias paguen contribuciones. Visítenos en Facebook. Les esperamos.
Dios le debe a Hacienda.
- El Producto Nacional Bruto de un país se define como el conjunto de bienes y servicios finales producidos por sus factores de producción y vendidos en el mercado durante un periodo de tiempo dado, generalmente un año. Se excluye a los extranjeros trabajando en el país y se incluye a los nacionales trabajando en el extranjero.